sexta-feira, 26 de dezembro de 2008

2 Poemas de Federico Garcia Lorca

AR NOCTURNO

Tenho muito medo das folhas mortas,
medo dos prados cheios de orvalho.
Eu vou dormir; se não me despertas,
deixarei a teu lado meu coração frio.

O que é isso que soa bem longe ?
Amor. O vento nas vidraças,
amor meu !
Pus em ti colares com gemas de aurora.
Por que me abandonas neste caminho ?
Se vais muito longe, meu pássaro chora
e a verde vinha não dará seu vinho.

O que é isso que soa bem longe ?
Amor. O vento nas vidraças,
amor meu !
Nunca saberás, esfinge de neve,
o muito que eu haveria de te querer
essas madrugadas
quando chove e no ramo seco se desfaz o ninho.
O que é isso que soa bem longe ?
Amor. O vento nas vidraças,
amor meu !

( Tradução: William Agel de Melo )
LA COGIDA Y LA MUERTE
.
A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco da la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.
El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con una asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones del bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde.
Cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en punto de la tarde.
Un ataúd con ruelas es la cama
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oídeo
a las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El quarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.
A los lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde,
Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
¡Ay qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!

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